¿¿¿¿ Quién Será ????

Es una bogotana que estudió Bellas Artes en la Tadeo y un magíster en escultura en la Universidad de Nueva York. Su creación gira en torno al grave problema de la violencia en Colombia y a su devastadora incidencia sobre el tejido social. Viaja a las zonas más deprimidas de Colombia y habla con las familias de los asesinados, incorporando estos testimonios en sus obras.
A través de años de investigaciones y de recorridos mágico-trágicos por todo Colombia, asumió que el origen de su obra está trazado por la línea de violencia que se vive en el país, pero principalmente centró su obra en los símbolos de representación de las víctimas, sin caer en la victimización pornomisérica e irrespetuosa.
Su obra, aunque política, no cae en el panfleto ideológico, sino que más bien cuestiona a quienes la observamos y nos abre preguntas sobre la vida y la muerte, logrando de este modo que "El arte es la libre expresión de las facultades mentales del sujeto: imaginación, razón y entendimiento”. Es por esto que es reconocida en todo el mundo como una de las grandes escultoras del arte moderno.
Sorprendentemente, su obra es poco conocida y los libros que hay sobre ella sólo están en inglés. Esto ha llevado a que su obra tenga un aura más universal y aunque no se aleja del tema de las víctimas y la ausencia, ella se atreve a explorar en temas como la inmigración, el genocidio y el racismo, el cual tiene su mayor expresión en las grietas del museo de Londres.

Otras de Sus Obras




Atrabiliarias


Una de sus primeras creaciones es Atrabiliarias, un mural compuesto por zapatos de mujer metidos en nichos y cubiertos por una fina película translúcida.
Los zapatos son un elemento dominante en la serie que llamas Atrabiliarios, una palabra Española arcaica cuyas raíces en Latín, atra bilis, combinan lamento profundo con bilis, o ira. "Enterraste" los zapatos, muchos de los cual no tienen pareja, en nichos de pared, que posteriormente cubriste con fibra de animal translucida y cerraste con seda quirúrgica. El proceso en sí, uno de humilde cuidado y profundo homenaje, recala en antiguas costumbres; el efecto sobre el espectador es uno de dolorosa pérdida. Los zapatos son a la vez domésticos y conocidos, pero porque están encerrados y sus perfiles son indistinguibles, parece que desaparecen ante tus ojos, trasladándose hacia otro mundo.

Casa Viudas


En La casa viuda vemos que la violencia se ha hecho mayoritariamente íntima y doméstica.
Esta obra se refiere al desplazamiento forzoso. La persona desplazada, es una figura extrema y paradigmática para nuestra época, la figura que ha roto los lazos con su lugar de nacimiento y por eso no tiene lugar propio. Es un inmigrante al que nadie se quiere acercar, que es rechazado por todos.
Los humanos somos seres relacionados a los espacios, necesitamos un sitio donde comer, un sitio donde escribir, donde pensar, etc. Es imposible desasociar los espacios de la experiencia humana. La serie de La casa viuda refleja a esos millones de seres humanos que no tienen espacios.
También interesa la imagen del artista como persona desplazada. El artista no ocupa un lugar central en su obra, el centro está habitado por la experiencia de otro ser.

Tenebrae


En Noviembre 7, 1985, trece sillas cuyas patas se prolongan horizontalmente a través del espacio expositivo crean un área de caos en la que el suelo, el cuerpo y la arquitectura entran en colisión.
Sus muebles, en los que trabaja con materiales como el cemento, el concreto, el algodón y el vinilo, suelen ser testigos mundos de la violencia en su país natal.

Ella dice que esas piezas, relacionadas con personas desaparecidas, perseguidas, desplazadas, representan “la ausencia pura”.Cada pieza es producto de largas investigaciones y de entrevistas con los sobrevivientes.
los muebles lloran la pérdida de los antiguos ocupantes aferrándose a huesos, los restos de un vestido...
una serie de sillas en acero, madera, resina y plomo diseminadas en una gran sala como remanentes de una tragedia, literalmente fundidas unas con otras por el espaldar, el asiento o las patas. La otra instalación es un cuarto cruzado en sus diagonales por las patas alargadas de sillas realizadas en plomo, las cuales logran establecer un espacio que referencia la tragedia (muebles calcinados tirados unos sobre otros) y al mismo tiempo bloquean con su propia presencia el acceso al espacio, posicionando al espectador como un testigo impotente, o como dice Alfredo Jaar refiriéndose a la fotografía de violencia, "una mirada que llega demasiado tarde".